Si la pareja o uno de los miembros han intentado encontrar soluciones sin buenos resultados, si sienten que han fracasado o no ven salida, pedir ayuda es fundamental antes que sea demasiado tarde. Los sentimientos de tristeza, lejanía, desilusión, frustración, rabia, decepción y/o y dolor son muy frecuentes cuando una pareja presenta problemas.
En muchos momentos nos preguntamos cuándo acudir a terapia de pareja.
Aquí les propongo algunos indicadores y momentos claves:
– Cuando hay problemas de comunicación: entre la pareja se hablan lo estrictamente necesario, pueden sentir por parte del otro que todo es una queja, crítica, desvalorización o pelea.
– Por problemas ligados a la afectividad: existe una importante disminución de las muestras de afecto, de atención y de interés; se sienten rechazados, solos, vacíos, desmotivados y/ o desesperanzados.
– Si se evade compartir con la pareja y alguno o ambos se centra en el trabajo, los hijos, los amigos o en su familia de origen.
– Si ha sido descubierta una infidelidad, o se ha perdido la confianza por mentiras o por promesas no cumplidas.
– Si la llegada de un hijo ha generado distancia o dificultad.
– Ante la enfermedad grave y/o muerte de un hijo o familiar cercano.
– Si as relaciones sexuales son poco frecuentes o no son placenteras o poco satisfactorias.
– Si existe la presencia de un trastorno sexual podría consultar la pareja o uno de los miembros. Algunas de las disfunciones más frecuentes son:
-Bajo deseo sexual masculino o femenino.
-Anorgasmia.
– Vaginismo.
-Disfunción eréctil.
-Eyaculación precoz.
-Eyaculación retardada.