Acontecimientos como estos, donde mueren repentinamente 21 personas, son situaciones que nos remueven, nos llaman a conectarnos con nuestros anhelos, sentimientos y dolores más profundos. Como país nuevamente tenemos la oportunidad de transformar esta tragedia en aprendizaje.

Necesitamos centrarnos en lo que SÍ hay!! No sabemos hasta cuándo podremos disfrutar la vida que tenemos…

Es crucial que sepamos cuidar y valorar nuestras relaciones, nuestros hijos, nuestras parejas, nuestros equipos de trabajo. ¿Cuán a menudo les decimos que los queremos?, ¿En qué medida los disfrutamos?, ¿Cuánto expresamos nuestra gratitud hacia ellos?

Una vez más, la naturaleza nos muestra lo importante que es vivir plenamente; porque lo seguro es no tenemos certezas. La vida en realidad no tiene garantías. Todos sabemos que las personas que murieron estaban unidas por un precioso proyecto, se fueron de este mundo haciendo un bien común. Muchos de ellos muy queridos y recordados por su intensidad, capacidad de dar, crear, generar ideas, rearmarse, y también reírse y hacer reír a otros.

Cada uno de nosotros, tiene hoy una tremenda posibilidad. Trasformemos este dolor en una oportunidad de crecimiento, expresando nuestras emociones, aprendiendo de los errores y si consideramos necesario, generando ciertas acciones.

Con mucho cariño, atenta a sus comentarios

Viviana.