El Mercurio – La fidelidad en la relación de pareja dependería de un gen

El Mercurio – La fidelidad en la relación de pareja dependería de un gen


Estudios sobre la felicidad matrimonial:

La fidelidad en la relación de pareja dependería de un gen

También las características personales y la forma como hombre y mujer se apoyan mutuamente, dicen diversas investigaciones y también especialistas nacionales.  
Pamela Elgueda T. Hay quienes no muerden la manzana de la infidelidad conyugal aunque tengan al frente al ser más atractivo del mundo. Otros caen fácilmente. Científicos de todo el mundo están tratando de entender qué diferencia a estos grupos.

Y hasta ahora sus resultados apuntan a factores biológicos que predisponen a tener una relación de pareja más o menos estable y también a la posibilidad de trabajar las personalidades infieles y hacerlas más apegadas al compromiso.

Según informa The New York Times, una de esas investigaciones es la que se realiza en el Instituto Karolinska de Suecia. Ahí, el biólogo Hasse Walum y su equipo determinaron que el factor biológico de la fidelidad está dado por la hormona vasopresina.

Cuando el gen que regula esta hormona tiene una variación genética, las personas muestran menos probabilidades de casarse y si lo están, es más usual que hayan pasado por problemas matrimoniales. Aquellos hombres que tenían el doble de esa variante tenían esposas más infelices también.

El síntoma

De ahí a la infidelidad hay sólo un paso, podría ser la conclusión. Pero lo cierto es que en el engaño influyen más aspectos, reconoce el propio investigador sueco.

«La infidelidad es un síntoma que está acusando dificultades tanto en la relación, que es lo que más se ve en la consulta, como también a nivel individual. Y quizás ahí la biología puede dar una respuesta», reflexiona Claudia Cartes, psicóloga clínica y terapeuta de parejas.

«Personalidades narcisistas, centradas en sí mismas, a las que les cuesta empatizar y que ven la infidelidad como una manera de ser socialmente admirados por otros son los que comúnmente caen en esa conducta».

También, agrega la académica de la Universidad Andrés Bello, aquellos que tienen problemas graves con su autoestima y que fundan su valoración en ser atractivos para otros y en las conquistas.

«Esta variable biológica es interesante también, porque estaría afectando el control inhibitorio que tenemos. Es una nueva explicación para lo individual», opina.

¿La terapia puede ayudar a controlar esa incapacidad individual de mantener un compromiso?

Remar juntos

Científicos de la Stony Brook University -menciona The New York Times- se preguntaron lo mismo y se pusieron a investigar qué factores mantenían fuerte el compromiso. Su conclusión: cuando los miembros de una pareja sienten que el otro los ayuda a ser mejores personas y a ampliar sus capacidades, la relación se robustece.

Esta conclusión, sin embargo, no impide preguntarse: ¿Qué se hace con aquellos a quienes les cuesta establecer un compromiso?

«El trastorno de personalidad es más difícil de modificar que una baja autoestima», advierte Claudia Cartes. «Pero, en general, la terapia puede ser un factor protector, por ejemplo, canalizando las angustias de quienes se sienten no valorados; y en la medida que se les reconoce, se frena el impulso a ser infiel».

Viviana Sosman, psicóloga especialista en adolescentes y adultos, añade otra estrategia: «Lo hacemos volver a la primera relación de compromiso que establece el ser humano: la de madre e hijo. Un nexo que es incondicional, que resiste crisis y que no se acaba con el primer problema».

El infiel, agrega la psicóloga, «es una persona sin confianza, no cree que se puedan resolver los problemas con la pareja y no se queda en pareja para resolverlos». Por eso, se le enseña a tolerar las crisis, a tener paciencia y a confiar. Como lo hacen una madre y su hijo.

Reacción ante la «amenaza»Un estudio de McGill University de Montreal indagó en las variables que hacían a las personas más resistentes a la tentación de ser infiel. Pidieron a hombres y mujeres con un alto sentido del compromiso matrimonial que evaluaran el atractivo de personas del sexo opuesto a través de una serie de fotos. Como era esperable, dieron las puntuaciones más altas a los más interesantes.

Luego, se les dijo que los «seductores» elegidos querían tener una reunión con ellos. El resultado fue que les redujeron el puntaje que les habían dado antes. «Cuando se sienten atraídos por alguien que puede poner en peligro su matrimonio, su reacción instintiva es decir ‘no es tan bueno’. Su mayor compromiso hace que los vean como menos atractivos que a su pareja actual», explicó John Lydon, psicólogo jefe de esta investigación, a The New York Times.

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