La menopausia es una etapa natural en la vida de toda mujer. Entendemos que es un proceso biológico interno, y es natural que con los cambios hormonales nos veamos afectadas tanto física como mentalmente. Pero además marca el fin de una etapa, y eso a nivel consciente o inconsciente, también juega un rol importante.

Cambios Hormonales

La disminución de los niveles de estrógeno afectan el equilibrio de neurotransmisores en el cerebro, y eso puede desencadenar diferentes síntomas como: cambios de humor, irritabilidad, baja de líbido, ansiedad y depresión. Pero ésta no es una caída inmediata, sino que es parte de un proceso en el que se dan fluctuaciones, lo que puede generar una mayor vulnerabilidad emocional. La relación entre hormonas y emociones es compleja, y muchas mujeres experimentan un estado de ánimo inestable durante esta fase.

Autopercepción

Además de las implicaciones hormonales, la menopausia también puede tener un impacto en la autoimagen y la autoestima de una mujer. Los cambios en la apariencia física, como el aumento de peso y la pérdida de densidad ósea, pueden llevar a sentimientos de inseguridad y preocupación por la propia imagen. Nos vemos en el espejo y ya no somos las mismas, estos cambios están fuera de nuestro control. 

La Vida a los 50

La menopausia también puede coincidir con importantes transiciones en la vida, como etapas de la crianza en que los hijos que ya te necesitan menos. Algunos, incluso, comienzan a hacer sus vidas y abandonan el hogar. 

Estos cambios, por sí solos, pueden generar una sensación de pérdida y un replanteamiento de la identidad personal. ¿Y si le sumas todas las transformaciones internas? Es una combinación compleja. 

Si todo esto es un proceso de cambio natural… ¿De qué me sirve ir al psicólogo?

La psicología puede ayudarte con estas transiciones, te proporciona herramientas para lidiar con la pérdida y ganancias que implica esta nueva etapa.

La psicoterapia proporciona un espacio seguro para expresar los desafíos y sentimientos asociados con la menopausia. 

Es importante reconocer que este proceso no sólo es un fenómeno físico, sino también una experiencia emocional y psicológica única para cada mujer.

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